De niño mi sueño era ser astronauta, me gustaba, y me sigue gustando, todo lo relacionado con el espacio: planetas, cometas, meteoritos, entre otros fenómenos del cosmos.
Normalmente los astronautas son gente muy apasionada por lo que hacen, pero no todo es subirse a un cohete y visitar el espacio, existen fases previas de estudios y preparación psicológica, y en particular hay una que muchos astronautas y aspirantes a serlo odian: el entrenamiento físico. Dicho entrenamiento suele ser bastante riguroso, aprendiendo técnicas de submarinismo (esencial para lidiar con la ausencia de gravedad), realizando múltiples ejercicios y rutinas de preparación física de gran exigencia física. Tan riguroso es el entrenamiento, que para una misión espacial de 15 días, los astronautas deben entrenar unos 5 años o más-
¿Y cuál es el motivo de toda esta explicación? Que para que los astronautas logren su sueño de efectuar misiones espaciales, deben aplicar su DISCIPLINA al máximo. Deben, día a día, levantarse muy temprano a cumplir su entrenamiento, deben soportar dolor, fatiga, cansancio; deben mantenerse firme los días que no se sientan motivados.
En nuestro caso, al emigrar nos establecimos primeramente en Bogotá, en donde adquirimos un cyber café, a efectos de obtener ingresos mientras tramitábamos nuestra condición migratoria y la validez de nuestros títulos profesionales. Esa etapa de manejo y administración del negocio, requirió mucha disciplina, pues dado el público al cual estaba dirigido y la naturaleza de los servicios ofrecidos, lo ideal era atender desde las 7am hasta las 9pm, es decir, desde antes de iniciar la jornada laboral de los clientes y hasta después de finalizada la misma.
A pesar del cansancio y la falta de motivación que a veces nos invadía, la disciplina aplicada día a día en nuestro negocio, hizo que el mismo fuera nuestra fuente de sustento en aquel país, lo que disminuía la frecuencia con la cual debíamos emplear nuestros ahorros, ya debilitados por la adquisición de aquel. Cabe destacar, que par un migrante lo más importante debe ser obtener una fuente de ingresos regulares.
Por lo general, los diccionarios definen la disciplina, como el conjunto de reglas y comportamientos que aplicados con frecuencia producen un resultado. Por mi parte, yo diría que la disciplina es hacer lo que hay que hacer y cuándo hay que hacerlo.
La disciplina se puede manifestar en las cosas más pequeñas y cotidianas, como salir de compras respetando el presupuesto, ir al supermercado y adquirir estrictamente lo que haga falta (si tu situación económica es buena, podrás darte algún gusto, pues te lo mereces), emprender en un negocio, buscar trabajo, incluso en la crianza de nuestros hijos, puesto que no podemos exigirles disciplina, cuando no damos el debido ejemplo.
Podemos dar testimonio de que la disciplina sí logra resultados, algunas veces de forma un poco más lenta que otra, pero definitivamente si lleva a resultados. Lo que hoy puede ser un sacrificio importante, mañana rendirá frutos, y te motivará para emprender otros retos de igual o mayor complejidad; te hará una persona madura, más comprometida con su presente y futuro; y sobre todo, te servirá en aquellos días en los cuales la motivación se haya ido a dar una vuelta.
Puedes ser muy talentoso en tu vida laboral, profesional o empresarial, pero si no eres disciplinado, poco o nada lograrás.