APRENDAMOS JUNTOS

LA AGRADABLE PERO PELIGROSA ZONA DE CONFORT

“Estoy bien como estoy”, “no necesito más”, “se deja quieto lo que está quieto”. Estas y muchas otras son las frases que se utilizan para justificar la permanencia en la zona de confort.

¿Qué es la zona de confort?, es aquel estado mental de relativa comodidad y seguridad. Puede darse en casi cualquier tema del ámbito personal, laboral y financiero. Se da básicamente cuando te sientes bien en ese trabajo, con esa pareja, o sin hacer esa inversión, porque lo interpretas como seguridad. No quieres tomar el riesgo de buscar algo mejor, o simplemente no sientes la necesidad.

¿Cuál es el peligro de la zona de confort?, el peligro se manifiesta en dos aspectos: 1. No explotas tu potencial. No sabes qué puedes lograr y hasta dónde puedes llegar. Te conformas con estar bien cuando puedes estar mejor. 2. El otro aspecto de peligro, es que en cualquier momento esa relativa seguridad puede culminar. Pueden despedirte de ese trabajo que te brindaba estabilidad financiera, o esa pareja tóxica puede simplemente irse (te haría un favor).

¿Cómo reconocer la zona de confort? Primero debes analizar los dos aspectos ya mencionados. Ver si realmente no estás dando y consiguiendo todo lo que puedes. Para ello te ayudará esa voz interna que te dirá que puedes hacer más, lograr más, pasar de tener una buena vida a una vida maravillosa. La que te dice que estás aburrido, que te estás “quemando”. La voz interna que quiere que vivas tu vida. Si no tienes esa voz, simplemente no necesitas cambiar en ese momento, sin embargo, ello comporta el segundo de los peligros ya mencionados. Pongamos el siguiente ejemplo:

Te gusta tu trabajo, te agrada lo que haces, tienes buenas relaciones en tu trabajo y el sueldo es suficiente para tus gastos y algunos lujos. ¡Parece que lo tienes todo! ¿Pero que tan seguro estás de que ese trabajo seguirá durará por mucho tiempo más?, ¿qué pasa si algún día te despiden?, ¿si la empresa cierra?, ¿si hacen un recorte personal? Recuerda que todo tiene su principio y fin. Como un huracán cuando llega y arrasa con todo en un solo día, los cambios se pueden producir de manera súbita, y de pronto tu zona de confort ha desaparecido, no por tu decisión, sino porque te la quitaron a la fuerza. Siempre es mejor salir de la misma por decisión propia, caso contrario, te forzarán, aunque ello también tenga su lado positivo: ¡ahora te toca ponerte las pilas y moverte!

Recomendación: principalmente en lo laboral, siempre busca un plan B, un ingreso extra, no dependas únicamente de los beneficios que te pueda brindar la zona de confort.

Y una vez tomes la decisión de salir, confía en ti e identifica qué es lo que te apasiona. Una vez que una persona sabe qué es lo que le gusta y comienza a trabajar en ello, el dinero llega como consecuencia. Ello implica para todos los ámbitos de la vida, solo hay que partir del siguiente principio:

MERECEMOS RECIBIR LO MEJOR QUE PODAMOS DAR

Anuncio publicitario

SEMANA MUNDIAL DE LA LACTANCIA

La semana mundial de la lactancia se celebra del 1 al 7 de agosto, gracias a una iniciativa promovida por UNICEF y la OMS, desde el año 1992, con el objetivo de promover la lactancia en todo el mundo.

Este año la semana inició bajo el lema de «Empoderémonos, hagamos posible la lactancia» y como madre amamantadora de dos niñas desde hace 3 años ininterrumpidos, quiero hacer un pequeño análisis sobre lo que para mí es el empoderamiento.  

Muy lejos de la definición tradicional de empoderamiento, que pregona el dar condiciones a un grupo desfavorecido para que por autogestión mejore su calidad de vida, considero que en la lactancia el empoderamiento debe ir sustentado en dos pilares: la información y el apoyo.

Al referirse a la información, no es sólo repetir las múltiples bondades y beneficios de la lactancia, sino crear espacios seguros donde se permita a la madre exponer sus dudas, temores, inquietudes e insatisfacciones, sin temor a ser juzgada, ofreciendo puntos de vista amorosos, inclusive para aquellas mujeres para quienes la lactancia no es una opción, y permitiendo que gracias a la información actualizada y oportuna, las madres puedan elegir amamantar, no desde la presión, sino desde el conocimiento consciente y amoroso.

Y con respecto al apoyo, no es sólo decirle a la madre: «Tu puedes», es realmente hacerlo posible, evitando hacer comentarios que entorpezcan la lactancia, ayudando a realizar las labores domésticas, facilitando la ayuda psicológica postparto, normalizando el amamantar en público sin temor de que vean los senos como un objeto meramente erótico, luchando por licencias de maternidad más justas y siendo agente multiplicador del mensaje prolactancia.

Queda mucho por hacer en el camino de retomar la naturalización de la lactancia humana, pero siento que cada vez se van derribando más mitos y creando redes de apoyo efectivas, no sólo para las madres, sino para toda la familia.

Todos los derechos del video a su creador

PRESUPUESTO FAMILIAR: ¿UN DOLOR DE CABEZA?

Al hablar del presupuesto, sea personal, familiar o empresarial, estamos refiriéndonos al instrumento más importante (a veces el único) para una planificación financiera saludable.

En el caso del presupuesto familiar, este se convierte en un dolor de cabeza solo si no es controlado en su ejecución, es decir, que manejes un presupuesto ya es un primer paso fundamental para el control de tus finanzas, el siguiente, a veces el más difícil, es respetarlo, no salirse de lo planificado, pues de lo contrario, el presupuesto se vuelve un documento inútil, ineficaz, como una ley que no se aplica.

Antes de tomar el hábito de elaborar nuestro presupuesto personal o familiar, lo primero que debemos hacer es asumir el rol de responsable, en otras palabras, saber que somos los responsables del control y éxito de nuestras finanzas, así como de su fracaso, mismo que puede revertirse con conocimientos y compromiso. Una vez asumido el rol de responsable, comencemos con la elaboración del presupuesto.

Básicamente se trata de enumerar los ingresos y egresos que tengamos, dejando margen para el ahorro, el cual podrá tener dos fines no excluyentes: atención de emergencias e inversión. De esta manera podremos orientar nuestras finanzas al cumplimiento de objetivos a mediano y largo plazo.

¿Y qué pasa si nuestros ingresos se consideran como bajos? Es fundamental entender que el punto no son los ingresos, sino los gastos. Es mucho más rico el que gana $500 y gasta $400, que el que gana $5000 y los gasta absolutamente todo. Deben controlarse los gastos y ajustarlos a los ingresos, dando prioridad a aquellos gastos que sí son fundamentales. En ocasiones se deberán asumir planes de austeridad que parecerán difíciles y muy sacrificados, pero con compromiso y disciplina todo da resultados.

Existen autores que están en contra de la austeridad, expresando que “darse regalos” ocasionales genera un efecto positivo para la abundancia, ya que se está enviando un mensaje al universo de que estamos listos para recibir las buenas cosas. Por nuestra parte, no nos oponemos a esto, incluso en ocasiones lo practicamos, pero siempre y cuando sea un gasto que nos podamos permitir, que no signifique la desatención de prioridades, pues de nada sirve comprarnos un lindo bolígrafo y tener la refrigeradora casi vacía, por citar un ejemplo extremo.

El presupuesto es fundamental. Sin la existencia de un presupuesto y el respeto en su ejecución, las finanzas se van al suelo, sino pregúntenles a tantos ganadores de la lotería, que al cabo de meses o pocos años van a la bancarrota. En lo personal, es un motivo de satisfacción, un logro en sí, el tener nuestras finanzas familiares controladas.

Recomendación: trata de presupuestar aunque sea un poco para ayudar al necesitado

SOMOS LOS ÚNICOS RESPONSABLES DEL ÉXITO O FRACASO DE NUESTRAS FINANZAS.

¿POR QUÉ QUEBRÓ NUESTRO NEGOCIO EN BOGOTÁ?

Hace 4 años, cuando vivimos en Bogotá, fuimos dueños de un pequeño café internet, lo llamamos «NAZA.NET», alusivo al nombre de María Nazaret, negocio aquel que compramos con todo el dinero que habíamos ahorrado para emigrar de Venezuela.

Al cabo de unos 4 meses aproximadamente, tuvimos que cerrar nuestro negocio, básicamente porque quebró y tuvimos que vender algunos de los equipos del café internet, con lo que obtuvimos menos de la mitad de lo que invertimos, pero al menos ese dinero nos sirvió para empezar nuestra vida acá en Quito.

Luego de mucho reflexionar, ya hemos entendido las razones por las cuáles fracasamos en ese negocio y queremos compartir algunas de las cosas que hicimos mal y que procuraremos no repetir en nuestros próximos emprendimientos, algunos errores que cometimos fueron los siguientes:

1. Pusimos todos los huevos en la misma canasta, es decir, nosotros invertimos TODO el dinero que teníamos en comprar el café internet, no nos quedó nada para hacer mejoras o inversión adicional, ni mucho menos para poder sobrevivir mientras el negocio empezaba a andar.

2. Pretendimos vivir del negocio desde el principio, ahora entendemos que un emprendimiento es como un bebé, primero hay que invertirle y dedicarle, no sólo recursos económicos, sino tiempo y esfuerzo, antes de poder vivir del mismo.

3. Caímos en la trampa de pensar que el negocio era próspero, ahora entendemos que nadie vende un negocio que genera grandes ganancias, precisamente si una persona quiere  desesperadamente vender su empresa, es porque sencillamente ya no le es rentable.

4. No conocimos el negocio antes de comprarlo, debido a la premura que teníamos por emigrar, simplemente ‘aprovechamos’ la oportunidad, sin verificar si realmente el negocio tenía clientela, el estado de los equipos o el sector donde estaba.

Releyendo el texto, nos damos cuenta que quizás pecamos de ingenuos, pero en aquel momento no pensamos como empresarios, sino como emigrantes, estábamos apurados por salir de Venezuela y tomamos el primer chance que vimos de llegar ya con una fuente de ingreso.

En el podcast de esta semana ampliaremos el tema, contaremos bien toda la historia y otras cosas que se deben tomar en cuenta a la hora de invertir en un negocio que ya está funcionando.

EL ERROR MÁS IMPORTANTE FUE NO PENSAR COMO EMPRENDEDORES SINO COMO MIGRANTES

¿CUÁNDO APRENDER EDUCACIÓN FINANCIERA?

La respuesta a esta pregunta pudiera ser respondida con una sola frase: en cualquier momento.

Nunca se es muy o joven o muy anciano. Si necesitas dinero para vivir, necesitas saber administrarlo. Lo más óptimo sería que ya desde los 3 años, los padres empecemos a transmitir algunas lecciones básicas a nuestros niños, fomentar el ahorro, explicar poco a poco el esfuerzo que se hace para obtener el dinero, pero, por sobre cualquier otra cosa, enseñar que el dinero no es ni bueno ni malo, son nuestras acciones, derivadas de tenerlo o no, las que pudieran ser calificadas como buenas o malas.

Esto no significa robar o perturbar la niñez a nuestros hijos por comenzar a inculcar estos temas. Por el contrario, el niño seguirá jugando, seguirá siendo niño, lo importante e respetar su ritmo de aprendizaje, pues sería un error pensar que con su corta edad se volverá un experto financiero.

Se trata simplemente de enseñarles lo que no se les enseña en el colegio, pues aprender geografía puede ser interesante, pero quizás no le haga falta en el futuro; pero aprender educación financiera siempre será de suma importancia, salvo que encuentre alguna casi mágica fórmula para no necesitar del dinero para vivir.

NUNCA ES MUY TEMPRANO NI MUY TARDE

PRESENTACIÓN DE LOS AUTORES

Somos un matrimonio de abogados venezolanos, que, al igual que millones de nuestros compatriotas, salimos de nuestro país en búsqueda de una realidad distinta.

Nuestra experiencia migratoria nos ha dado importantes enseñanzas desde todo punto de vista: afectivo, financiero, profesional, entre otros, los cuales queremos compartirlos en este espacio.

Es preciso destacar, que aun cuando nacemos en determinados países, y crecemos con sus costumbres y estilos de vida, una de las lecciones aprendidas más importantes, es que somos ciudadanos del mundo, y por ello la imagen escogida para el inicio de esta entrada.

Esperamos que tu visita a nuestro espacio te resulte enriquecedora, y siéntete libre de dejar tus comentarios, pues si bien hemos aprendido mucho en nuestra aventura, todavía es más lo que nos falta por aprender.

Roberto Gotera Portillo

María Nazaret Sánchez

GESTIONAR LA ANSIEDAD EN EL EMPRENDIMIENTO

Cuando iniciamos algún emprendimiento o cuando estamos diseñando el proyecto de nuestro negocio, es normal que sea un proceso conectado con muchas emociones, que pueden ir desde el entusiasmo, el miedo, la expectativa, la ilusión, pasando por la tan temida ANSIEDAD.

No sé ustedes, pero yo (y Roberto, mi socio de vida, también) manejo constantemente sentimientos de ansiedad o preocupación por el futuro, que si bien no llego a considerarlo una patología, sí interfiere mucho en la manera cómo gestiono todos los aspectos de mi vida y hasta la fecha me resulta difícil, en ocasiones, disfrutar el presente por pensar en lo que puede pasar o peor aún, por pensar en lo peor que podría pasar.

Entonces, al iniciar algún proyecto laboral o personal, la ansiedad puede jugarnos una mala pasada, y hacer que nos apresuremos a tomar decisiones con la “cabeza caliente” sin llegar a tener un plan concreto y minuciosamente pensado, sólo por el apuro de no perder el cliente o de cobrar rápido y se podrían generar consecuencias a veces desagradables.

Cuando decidimos emprender, es importante, disfrutar el proceso que estamos viviendo, sentarse a elaborar planes, conversar muy bien los términos del servicio o producto que vamos a ofrecer, evaluar cada propuesta de los clientes y no dejarse llevar por la ansiedad de ver frutos rápidamente, lo cual obtendremos por la constancia y la pasión que le pongamos a nuestro bebé emprendimiento.

Entonces, si bien muchas veces sentir ansiedad es inevitable, tenemos que estar claros que por preocuparnos o apresurarnos, no vamos a conseguir nuestras metas, ya que bien reza el dicho “no por mucho madrugar, amanece más temprano”, así que la invitación es a disfrutar el emprendimiento y así como no podemos apurar a los niños a que quemen sus etapas de desarrollo, tampoco podemos emprender a toda velocidad sin planes concretos y decisiones bien pensadas.

UN EMPRENDIMIENTO ES UN PROCESO DE VARIAS ETAPAS…ENEMIGO DE LA ANSIEDAD

LA RESPONSABILIDAD DE LOS PAPÁS: ENTRE EL TRABAJO Y EL TIEMPO CON LOS HIJOS

Mañana lunes 15 de julio, cumple 3 años Mariana Valentina, y por motivos de un viaje de trabajo imprevisto, no podré estar presente. Dicho sea de paso, esta será la primera y última vez que ello ocurra, por cuanto si bien nadie ni nada tiene el derecho de evitar pasar con los hijos las fechas especiales, en este momento no me es conveniente generar conflictos en mi trabajo.

En ese sentido, mientras alcanzo la tan ansiada libertad financiera, la solución no es otra que: CALIDAD EN EL TIEMPO.

¿Qué quiere decir esto? Lo explico con mi ejemplo: el viernes llevamos a Mariana Valentina a un parque de juegos, de los que tanto le gustan, luego fuimos a comer pizza. Ayer sábado, le entregamos su regalo de cumpleaños a primera hora, y luego pasamos la mañana jugando con el mismo. En la tarde fue con su mamá a la fiesta de la hija de unos vecinos, donde se divirtió bastante. Hoy, mientras escribo estas líneas, que serán muy breves pues tengo que volver con ella, ella está sentada cerca de mí jugando con su regalo, hasta que llegue la tarde, momento fatídico cuando me tendré que ir, para volver mañana en la noche.

Su cumpleaños es mañana, pero se lo hemos celebrado con todas las de la ley este fin de semana. No hace falta gastar demasiado dinero, yo no lo he gastado, basta con crear momentos de felicidad para ella, como todos los días deberían ser.

Mariana Valentina no tendrá recuerdos explícitos de estos días, pero sí implícitos, es decir, no recordará su cumpleaños número 3, pero sí que en esta época hubo mucha felicidad para ella, a pesar de que su padre no haya podido estar en la fecha correspondiente.

La calidad de tiempo es importante en todo tipo de relación personal, pero fundamentalmente con los hijos. Por allí Mariana Valentina llorará unos cuantos minutos cuando me vaya, pero eso no borrará que le hemos celebrado alegremente su cumpleaños.

Nota: Antes de irme le cantaremos su respectivo su cumpleaños.

CALIDAD DE TIEMPO, MÁS QUE CANTIDAD

Esta entrada fue redactada por Roberto Gotera

LAS MAMÁS NO TIENEN TIEMPO PARA NADA ¿CREENCIA LIMITANTE O REALIDAD?

Confieso que no soy la más fan de la organización, nunca he llevado una agenda y me genera mucho estrés hacer rutinas, pienso que tengo cierto temor de no poder cumplir a cabalidad las actividades que me propongo y prefiero no organizar nada.

Desde que soy mamá, se ha agudizado mucho el problema de la falta de organización, constantemente me encuentro diciendo frases como: ‘No me da tiempo hacer todo’, ‘En qué momento haré tal cosa’ o me ha pasado que son las 9pm y todavía tengo un montón de cosas por hacer.

Esta semana que pasó, me apunté en un reto gratuito que encontré en Internet, sobre cómo ser una mamá emocionalmente inteligente, y abordaban, entre varios temas, la importancia de gestionar adecuadamente el tiempo, organizar el día de manera que nos sintamos más a gusto con las cosas que hacemos y encontrar los espacios para hacer todo lo que nos proponemos.

Lo anterior me llevó a reflexionar y a pensar en cómo puedo empezar a gestionar mi tiempo, mediante algunas cosas que quiero compartir con ustedes y que empezaré a poner en práctica:

1. Llevar una agenda, en mi caso, tengo cierta resistencia a hacerlo, sobre todo porque mis agendas terminan autografiadas por Mariana (mi hija mayor), pero empezaré apuntando en una hoja o nota del celular,  las actividades que deseo hacer cada día, desde asearme hasta escribir alguna entrada del Blog.

2. Priorizar las actividades, una vez apuntadas todas las cosas que deseo hacer, clasificarlas de acuerdo a su importancia, por ejemplo, para mí hacer la alimentación es más importante que revisar las redes sociales.

3. Crear una rutina diaria que permita integrar todas las actividades, sin embargo, dejar espacio para la flexibilidad, tampoco la idea es crear un ritual rígido, que si no cumplo pues se acaba el mundo, no, más bien la idea es poder anticipar las actividades para lograr realizarlas todas.

4. Involucrar a todos los miembros de la familia en las rutinas y delimitar la participación de cada quien, por ejemplo si agendo un tiempo para mí, hacérselo saber a mi esposo, para que se quede con las niñas.

Con esas 4 cositas empezaré a organizarme y estoy muy comprometida con eso, ya que siento que se me está pasando la vida quejándome que ‘No tengo tiempo’ cuando en realidad tengo las mismas 24 horas al día que todo el mundo.

Ya les contaré cómo me va con mi planificación diaria y espero que si eres del team ‘No tengo tiempo para nada’ los tips te ayuden a ti también a organizarte mejor.

EL TIEMPO ES EL MISMO PARA TODOS, LA DIFERENCIA RADICA EN LA ORGANIZACIÓN

Esta entrada fue elaborada por por María Nazaret Sánchez

LA MARAVILLOSA AVENTURA DE SER PAPÁ EN EL EXTERIOR

Hoy en Ecuador y algunos países de Latinoamérica, se celebra el día del padre y me pareció propicio, contar un poco de mi historia como papá migrante.

Recién llegados al Ecuador, nos enteramos de que seríamos padres. La emoción fue una mezcla de ilusión y algo de incertidumbre. En el fondo sabíamos que todo estaría bien, pero al ser un evento totalmente inesperado, no sabíamos que sería de nuestra familia en crecimiento y me tocó en parte ser un soporte emocional para mi esposa.

Para afrontar la situación, lo importante primero fue tener claro que la función de un padre no es únicamente proveer de recursos económicos, sino también brindar presencia. Estar tan al pendiente de las necesidades afectivas de sus hijos, como lo hace la mamá y en nuestro caso particular, me tocó apoyar a mi esposa, puesto que nos encontrábamos sin familia cerca, yo era la única persona que la acompañaba en sus malestares e interrogantes.

Como papá migrante, inicialmente las preocupaciones se multiplicaron por dos:

En el primer aspecto, al no estar todavía establecidos, estaba la preocupación de cómo buscar los medios económicos para la supervivencia de la familia, ahora en crecimiento. Cómo proveer de los recursos para el control del embarazo, pues en algunos casos la salud pública es deficiente, cómo velar por una alimentación adecuada y suficiente para la madre, entre tantas otras interrogantes.

En el segundo aspecto, la preocupación era qué tanto tiempo iba a compartir con mi hija, pues bien es sabido que los migrantes a veces debemos laborar de sol a sol, para llevar el pan a su mesa.

La solución ante esto no es otra que romper paradigmas, entender que si bien lo económico es importante y queremos que nuestro hijo tenga lo mejor, no es menos importante ser también soporte emocional, lo que se logra involucrándose en las actividades cotidianas, bañar al bebé, cambiar los pañales, alimentarlo, jugando con él o ella, especialmente en el caso de los migrantes, que la mayoría no contamos con ningún apoyo familiar adicional, es decir, se nos pasan los días solo papá, mamá y bebé.

También nos ha ayudado la educación financiera, priorizar las necesidades, ahorrar, y destinar algún presupuesto para la recreación, el saber que estamos garantizando las necesidades básicas de la familia y teniendo alguna reserva para emergencias, nos permite manejar mejor el estrés que vivimos a diario y así poder acompañar y estar presentes en la vida de nuestros hijos.

En un podcast ampliaremos un poco sobre nuestra historia, como papá y mamá en el exterior.

QUE TUS HIJOS TE RECUERDEN NO SÓLO COMO UN CAJERO SINO COMO UN COMPAÑERO DE JUEGOS Y DE VIDA

EL COSTO DE LA MATERNIDAD

A propósito de la celebración del día de las madres en varios países, me puse a reflexionar y a pensar en el costo de la maternidad para las mujeres que, de una forma u otra, ejercemos de madres y que nada tiene que ver con lo económico.

A unas nos cuesta el cuerpo, engordamos, adelgazamos, el ombligo se pone negro, se caen los senos, salen estrías, se acentúa la celulitis. A otras nos cuesta el estilo, nunca más ropa blanca, adiós a los tacones, guardar las carteras pequeñas.

A algunas (sobre todo cuando tenemos poca o ninguna ayuda externa) nos cuesta la higiene, baños cortísimos, la casa no tan limpia, la ropa llena de buches, mocos en el pelo, a otras nos cuesta la decoración de la casa, ya no se compran muebles de colores claros, ni adornos que puedan romperse, ni mesas de vidrio.

A otras nos cuesta la carrera profesional, los proyectos se van a la gaveta, las oficinas se convierten en cuartos de juego, la independencia económica se vuelve una utopía. A algunas nos cuesta la salud mental, conocemos el miedo, el miedo a fallar, a hacerles daño, a que les pase algo o a que nos pase algo a nosotras.

Concluí de todo, que la maternidad cuesta y que asumimos ese costo, sin ninguna garantía, algunas lo asumen muy bien, otras lo asumimos en medio de caos y agobios, recibiendo como pago besos babosos, abrazos con cabezazos incluidos, miradas de amor y palabritas recortadas de cariño.

Nuestro reconocimiento a todas las que día a día asumen el costo de la maternidad.