LA RESPONSABILIDAD DE LOS PAPÁS: ENTRE EL TRABAJO Y EL TIEMPO CON LOS HIJOS

Mañana lunes 15 de julio, cumple 3 años Mariana Valentina, y por motivos de un viaje de trabajo imprevisto, no podré estar presente. Dicho sea de paso, esta será la primera y última vez que ello ocurra, por cuanto si bien nadie ni nada tiene el derecho de evitar pasar con los hijos las fechas especiales, en este momento no me es conveniente generar conflictos en mi trabajo.

En ese sentido, mientras alcanzo la tan ansiada libertad financiera, la solución no es otra que: CALIDAD EN EL TIEMPO.

¿Qué quiere decir esto? Lo explico con mi ejemplo: el viernes llevamos a Mariana Valentina a un parque de juegos, de los que tanto le gustan, luego fuimos a comer pizza. Ayer sábado, le entregamos su regalo de cumpleaños a primera hora, y luego pasamos la mañana jugando con el mismo. En la tarde fue con su mamá a la fiesta de la hija de unos vecinos, donde se divirtió bastante. Hoy, mientras escribo estas líneas, que serán muy breves pues tengo que volver con ella, ella está sentada cerca de mí jugando con su regalo, hasta que llegue la tarde, momento fatídico cuando me tendré que ir, para volver mañana en la noche.

Su cumpleaños es mañana, pero se lo hemos celebrado con todas las de la ley este fin de semana. No hace falta gastar demasiado dinero, yo no lo he gastado, basta con crear momentos de felicidad para ella, como todos los días deberían ser.

Mariana Valentina no tendrá recuerdos explícitos de estos días, pero sí implícitos, es decir, no recordará su cumpleaños número 3, pero sí que en esta época hubo mucha felicidad para ella, a pesar de que su padre no haya podido estar en la fecha correspondiente.

La calidad de tiempo es importante en todo tipo de relación personal, pero fundamentalmente con los hijos. Por allí Mariana Valentina llorará unos cuantos minutos cuando me vaya, pero eso no borrará que le hemos celebrado alegremente su cumpleaños.

Nota: Antes de irme le cantaremos su respectivo su cumpleaños.

CALIDAD DE TIEMPO, MÁS QUE CANTIDAD

Esta entrada fue redactada por Roberto Gotera

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AHORA QUE LLEGÓ EL BEBÉ ¿SALGO A TRABAJAR O ME QUEDO EN CASA?

Ser padres es un evento que definitivamente cambia la vida de maneras inimaginables, siendo una de las preocupaciones más frecuentes el cuidado diario del bebé. Escribimos este artículo desde nuestro punto de vista como padres de dos hermosas niñas pequeñas, porque no solo las mujeres, sino también cada vez más hombres se plantean también la interrogante de quedarse en casa con sus hijos o salir a trabajar.

También hago la aclaratoria que entiendo que hay familias donde no hay lugar a plantearse la interrogante, ya que, ambos padres o el único progenitor a cargo, debe salir obligatoriamente a trabajar y producir dinero para la manutención familiar, por lo tanto, dirigimos este artículo a aquellas familias que puedan darse el lujo de decidir sobre a quién o dónde dejar a cargo el cuidado de sus pequeños. Ya luego escribiremos para las del primer caso.

Apartando el tema emocional, que daría no sólo para un artículo, sino para un libro completo, nos enfocaremos en la organización económica que implica tomar una decisión sobre el cuidado diario de los pequeños de la casa, bien sea porque uno de los padres se queda en casa, se contrata una niñera o se busca una guardería, daycare, jardín u hogar de cuidado diario.

En el caso de buscar un lugar de cuidado (guardería, daycare, jardín, nido o cuidado diario) es importante que la pensión mensual a pagar por el mismo, no exceda el ingreso económico de los padres, es decir, que pueda ser pagado holgadamente, sin que ello ocasione un detrimento grave a la economía familiar, ya que ello generaría mucho estrés y en nuestra opinión, no valdría la pena. Con lo anterior, no me refiero a dejar al o los niños, en cualquier sitio sólo porque sea económico, ya que, por experiencia propia podemos decirles que si el lugar no es muy agradable, sino que se escoge sólo por el precio, la relación con el lugar no será muy duradera; sino buscar e investigar muy bien todas las opciones disponibles, de manera de lograr un equilibrio entre el precio a pagar y el servicio a recibir.

Cuando se decide contratar una niñera, apartando el tema de escoger a la persona, es preciso destacar que se está contratando a una trabajadora, con todo lo que ello implica en cuanto a pasivos laborales, es decir, por más informal que sea la relación por la que surgió la contratación, siempre la persona puede reclamar sus derechos laborales, como el pago del salario mínimo, trabajar la jornada laboral legal, recibir las bonificaciones establecidas en la ley, liquidación, prestaciones y todos los beneficios que correspondan de acuerdo a la legislación laboral del país, por lo que hay que ser muy cuidadoso en ese sentido, no vaya a ser que por quererse ahorrar un dinero, se generen gastos, multas y obligaciones legales que no estaban previstas.

Por último, en la situación de que uno de los padres decida quedarse en casa, es fundamental primero ser honestos, es decir, estar claros sobre si verdaderamente se puede subsistir sin el ingreso de ese progenitor; segundo, es preciso que ambos padres estén de acuerdo en que uno se quede al cuidado de los hijos, y no hacerlo por imposición u obligación, ya que se podrían generar reproches futuros, definir el ámbito temporal de quedarse en casa uno de los padres, es decir, si se quedará durante el primer año, hasta que el niño se escolarice o durante un tiempo indefinido y también, delimitar si la persona sólo cuidará a los niños o si adicional a ello, emprenderá algún negocio propio o proyecto personal que quizás pueda generar algún ingreso extra.

También es importante estar conscientes que quizás habrá limitaciones económicas, sobre todo para el padre que se queda en casa, por lo que se puede establecer algún tipo de “pago” o asignación económica para éste, de modo que no deba estar pidiendo sacar del presupuesto familiar para sus gastos personales, sin embargo ese dependerá de la dinámica de la pareja.

Planteados los escenarios, quedará de parte de la pareja escoger cuál es la mejor opción para el cuidado diario de sus hijos, la que más se ajuste a su bolsillo y a su estilo de vida y de crianza, recordando siempre que no deben mediar culpas en esa decisión, siempre que la misma genere padres felices e hijos felices.

Como recomendación personal a aquellas familias en la cual uno de los padres pueda quedarse en casa con sus hijos: ¡aprovechen esa oportunidad! Pues es maravillosos presenciar el día a día del crecimiento y la evolución de nuestros hijos; pero sin olvidarnos que nosotros también somos seres humano.

EN TODO DEBE HABER UN EQUILIBRIO