Ser
padres es un evento que definitivamente cambia la vida de maneras
inimaginables, siendo una de las preocupaciones más frecuentes el cuidado
diario del bebé. Escribimos este artículo desde nuestro punto de vista como padres
de dos hermosas niñas pequeñas, porque no solo las mujeres, sino también cada
vez más hombres se plantean también la interrogante de quedarse en casa con sus
hijos o salir a trabajar.
También
hago la aclaratoria que entiendo que hay familias donde no hay lugar a
plantearse la interrogante, ya que, ambos padres o el único progenitor a cargo,
debe salir obligatoriamente a trabajar y producir dinero para la manutención
familiar, por lo tanto, dirigimos este artículo a aquellas familias que puedan
darse el lujo de decidir sobre a quién o dónde dejar a cargo el cuidado de sus
pequeños. Ya luego escribiremos para las del primer caso.
Apartando
el tema emocional, que daría no sólo para un artículo, sino para un libro
completo, nos enfocaremos en la organización económica que implica tomar una
decisión sobre el cuidado diario de los pequeños de la casa, bien sea porque
uno de los padres se queda en casa, se contrata una niñera o se busca una
guardería, daycare, jardín u hogar de cuidado diario.
En
el caso de buscar un lugar de cuidado (guardería, daycare, jardín, nido o
cuidado diario) es importante que la pensión mensual a pagar por el mismo, no
exceda el ingreso económico de los padres, es decir, que pueda ser pagado
holgadamente, sin que ello ocasione un detrimento grave a la economía familiar,
ya que ello generaría mucho estrés y en nuestra opinión, no valdría la pena.
Con lo anterior, no me refiero a dejar al o los niños, en cualquier sitio sólo
porque sea económico, ya que, por experiencia propia podemos decirles que si el
lugar no es muy agradable, sino que se escoge sólo por el precio, la relación
con el lugar no será muy duradera; sino buscar e investigar muy bien todas las
opciones disponibles, de manera de lograr un equilibrio entre el precio a pagar
y el servicio a recibir.
Cuando
se decide contratar una niñera, apartando el tema de escoger a la persona, es
preciso destacar que se está contratando a una trabajadora, con todo lo que
ello implica en cuanto a pasivos laborales, es decir, por más informal que sea
la relación por la que surgió la contratación, siempre la persona puede reclamar
sus derechos laborales, como el pago del salario mínimo, trabajar la jornada
laboral legal, recibir las bonificaciones establecidas en la ley, liquidación,
prestaciones y todos los beneficios que correspondan de acuerdo a la
legislación laboral del país, por lo que hay que ser muy cuidadoso en ese
sentido, no vaya a ser que por quererse ahorrar un dinero, se generen gastos,
multas y obligaciones legales que no estaban previstas.
Por
último, en la situación de que uno de los padres decida quedarse en casa, es
fundamental primero ser honestos, es decir, estar claros sobre si verdaderamente
se puede subsistir sin el ingreso de ese progenitor; segundo, es preciso que
ambos padres estén de acuerdo en que uno se quede al cuidado de los hijos, y no
hacerlo por imposición u obligación, ya que se podrían generar reproches
futuros, definir el ámbito temporal de quedarse en casa uno de los padres, es
decir, si se quedará durante el primer año, hasta que el niño se escolarice o
durante un tiempo indefinido y también, delimitar si la persona sólo cuidará a
los niños o si adicional a ello, emprenderá algún negocio propio o proyecto
personal que quizás pueda generar algún ingreso extra.
También
es importante estar conscientes que quizás habrá limitaciones económicas, sobre
todo para el padre que se queda en casa, por lo que se puede establecer algún
tipo de “pago” o asignación económica para éste, de modo que no deba estar
pidiendo sacar del presupuesto familiar para sus gastos personales, sin embargo
ese dependerá de la dinámica de la pareja.
Planteados
los escenarios, quedará de parte de la pareja escoger cuál es la mejor opción
para el cuidado diario de sus hijos, la que más se ajuste a su bolsillo y a su
estilo de vida y de crianza, recordando siempre que no deben mediar culpas en
esa decisión, siempre que la misma genere padres felices e hijos felices.
Como recomendación personal a aquellas familias en la cual uno de los padres pueda quedarse en casa con sus hijos: ¡aprovechen esa oportunidad! Pues es maravillosos presenciar el día a día del crecimiento y la evolución de nuestros hijos; pero sin olvidarnos que nosotros también somos seres humano.
EN TODO DEBE HABER UN EQUILIBRIO